Sack Oliver – Alucinaciones
Cuando comenzó a utilizarse la palabra « alucinación» , a principios del siglo XVI, se refería tan sólo a « una mente que divaga» . No fue hasta la década de 1830 cuando Jean-Étienne Esquirol, un psiquiatra francés, le dio al término su actual significado. Con anterioridad, la gente se refería a lo que ahora denominamos alucinaciones simplemente como « apariciones». La definición exacta de la palabra « alucinación» todavía varía considerablemente, sobre todo porque no siempre resulta fácil discernir dónde se halla la frontera entre la alucinación, la percepción errónea y la ilusión. P ero, por lo general, las alucinaciones se definen como las percepciones que surgen en ausencia de ninguna realidad externa: ver u oír cosas que no están presentes. Las alucinaciones son fenómenos « positivos», en oposición a los síntomas negativos: los déficits o pérdidas provocados por accidente o enfermedad, que desde siempre han formado la base de la neurología. Las alucinaciones siempre han ocupado un lugar importante en nuestra vida mental y en nuestra cultura. De hecho, podríamos preguntarnos hasta qué punto las experiencias alucinatorias han dado lugar a nuestro arte, nuestro folklore e incluso nuestra religión. Algunos de los capítulos que siguen están organizados por categorías médicas (ceguera, privación sensorial, narcolepsia, etc.), y otros se organizan siguiendo una modalidad sensorial (oír cosas, oler cosas, etc.). Pero estas categorías se solapan e interrelacionan de manera extraordinaria, y en afecciones muy distintas se pueden dar alucinaciones parecidas. Lo que ofrezco en este libro es, pues, una muestra que, espero, permita intuir la enorme gama y variedad de la experiencia alucinatoria, una parte esencial de la condición humana.
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